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13 A las ruedas, ante mis oídos, se les gritaba: “¡Rueda!”. 14 Cada uno tenía cuatro caras. La primera tenía cara de querubín; la segunda, cara de hombre; la tercera, cara de león; y la cuarta, cara de águila.

15 Luego los querubines se elevaron. Estos son los seres vivientes que vi junto al río Quebar.

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